LÁGRIMAS DE NIÑOS
AUTOR
: LENIN SOLANO AMBÍA
ESTRUCTURA : 8
CUENTOS. 96 PÁGINAS
EDITORIAL : APOGEO
AÑO
DE EDICIÓN : 2015
La
pluma ya estilizada de un autor que no es novato, sino por el contrario ya nos
hace disfrutar su casi madurez literaria en tan interesantes narraciones,
dotadas de una prosa vivaz, ligera y delicada ante unos personajes que no son
nuevos en la literatura; sin embargo, deben ser tratados como lo que son: Niños.
Así
es, Lágrimas
de niños, es un libro de cuentos cortos donde los protagonistas son
estos delicados, tiernos y sencillos personajes: los niños. Aunque en estas
vivencias que nos narra Lenin Solano Ambía no son exactamente protagonistas
felices, por el contrario, la paradoja de sus vidas nos muestran niños que
sufren, que la pasan mal, que no se adaptan y que prefieren los sueños antes
que su propia realidad, no siempre halagüeña, sino por el contrario vivencias
desoladas, inciertas y con finales no tan faustos.
Si
bien ya no es novedad en la narrativa
prosaica, pues basta recordar a Dickens y su famosa obra Oliver Twist; a Marc
Twain en El cuento del niño malo o su famosa obra Tom Sawyer, donde los
niños protagonistas sufren, lloran, se cuestionan sus existencias o simplemente
son víctimas de su entorno familiar y social; en este contexto la obra de
Lenin, nos parece revalorar a un personaje que siempre ha estado presente en la
literatura y que de seguro seguirá siendo un infaltable protagonista: el niño.
Personaje que despierta en el lector todo tipo de sentimientos y de pensamientos,
a veces buenos, a veces malos; unas veces alegres otras aciagas; unas con
brutal indiferencia y otras al borde de las lágrimas. Así es Lágrimas de niños.
Si bien una difícil y amarga infancia, marcada
por la pobreza y la prisión de su padre, y aliviada solo por la lectura, marcó
para siempre la vida de Charles Dickens, quien encontró en ella inspiración
literaria. Sus novelas aúnan realismo, humor y un amplio conocimiento de los
niños marginados, cuya situación
denunció continuamente. ¿Qué inspira a Lenin Solano Ambía a escribir estas
narraciones cortas donde los protagonistas son los niños? Le he escuchado decir
que el capítulo tercero de su obra publicada en 2011, No les reces a los muertos,
donde describe el sufrimiento y la demoledora experiencia de un niño que es
golpeado, maltratado y vejado por su propio padre, ante la impavidez de su madrastra;
quizás esta ha sido la fuente inspiradora de este magnífico libro de cuentos.
No es más que una extensión de este desgarrador capítulo donde se narra, en segunda
persona, la vivencia de un niño que se desprende, a sus ocho años de edad, de
su madre porque ya no puede controlarlo y se le está yendo de las manos con las
malas juntas que lo hacen entrar en el mundo del terokal y la delincuencia, lo
que la obliga a dejarlo en manos de su padre y su madrastra; siendo la génesis
de un avezado asesino en serie.
Adentrándonos en la obra en sí, diremos que el
cuento epónimo, el que da el nombre al libro en general, Lágrimas de niño,
nos da a conocer un personaje típico del Perú y que es un niño, hijo de
inmigrantes japoneses, que estudia en la capital con el afán de ser el nexo
entre sus padres y el mundo que los rodea, del cual solo saben que existe y que
se llama Perú; del cual no quieren saber nada más y esperan les dé una vida más
placentera de la que tenían en su propio país. Con tan mala suerte que justo
llegan cuando la crisis golpeó más enérgicamente a nuestra alicaída economía,
los años 90, y de ser un próspero bodeguero queda totalmente arruinado, así
tiene un desenlace fatal. El niño que vive su propia historia en un colegio
fiscal y unos amigos que hacen Bullying con él, debe ser el que haga cumplir el
fatal desenlace, que está ligado a la moral y costumbre japonesas.
Tal vez, desde mi visión, el segundo cuento Mamita,
yo quiero esa muñeca, es la historia mejor lograda en realismo y
dramatismo con respecto de su pequeño personaje, una niña cuyo único pecado es
desear una linda muñeca por Navidad y estar en medio de la vida de una
conflictuada madre, que con la separación de su esposo y el poco dinero que
tiene, amalgamados con las muchas cuentas pendientes; no tiene mejor solución
que llevarla, con engaños, a un mercado y prometerle que le comprará su muñeca
preferida y la más cara de todas, la niña quedará esperando a su madre que
nunca aparecerá y en su lugar unos hombres aparecen en escena para darle ese
toque de incertidumbre e imaginación con la que termina esta historia. Así el
epígrafe de Washington Irwing con que inicia la historia “una madre es la amiga
más leal de la que disponemos”, resulte hasta irónica y sarcástica después de
leer el cuento.
Finalmente solo comentaré la última historia l’enfant toujours souriant (el niño que siempre sonríe), inspirada en el libro de
Víctor Hugo El hombre que ríe, y que precisamente ha inspirado la
existencia de personajes célebres como el Guasón, en la saga de Batman. Inspira
en nuestro joven autor, la historia, que cuando la leí por primera vez, produjo
en mí sentimientos encontrados, esos que solo la buena literatura sabe
provocar; aquella que despierta repugnancia y ternura; horror y compasión; odio
y amor. Un niño que es víctima de todos: Del destino, por hacerlo tan feo que
ni su fealdad es simétrica; de sus padres por no quererlo ni darle el amor y
cariño necesarios; de la sociedad que solo mira impertérrita y con repugnancia
a esa criatura deforme y sin rumbo, que ni el idioma de ese extraño país sabe. Esta
víctima que encuentra con una señorita de ojos chinitos y que se preocupa por
su situación, le invita una fruta y parece que al fin alguien lo mira con amor
y ternura (como alguna vez lo hacía su madre) y que al parecer el destino, una
vez más en su contra, se encargaría de arrebatarle o no sé si se lo arrebatan a
ella, lo dirán ustedes cuando lean esta espectacular historia ambientada en
París, en sus calles y en sus estaciones de metro.
Para culminar, solo diré que la descripción
psicológica de los personajes protagonistas, la variedad de detalles con que
nos deleita la narrativa de Lenin nos
hacen encontrar en estos cuentos una verdadera literatura lograda, con su fin
muy bien perfilado: la diversión, la distracción, el disfrute y la fruición en
el justo punto que el lector se merece. Por ello puedo decir que esta obra nos
hará vibrar de principio a fin y merece la pena que nos zambullamos en esta
travesía paso a paso, dispuestos a dejarnos atrapar por la pluma ágil y versada
de Lenin Solano Ambía. A quien agradezco, por cierto, la dedicatoria.
GRACIAS